El año de 2020, ha sido un recordatorio para todos nosotros, de que, en la vida, lo más importante es la salud y que sin ella, nada se puede hacer.
Hemos retomado la unión familiar que la vida acelerada nos había quitado.
Aprendimos a cuidarnos a distancia;
Aprendimos a usar plataformas digitales;
Aprendimos a valorar el trabajo de los médicos;
Aprendimos a hacer comunidades de oración;
Aprendimos a apreciar más el tiempo y a las personas;
Nos hemos reinventado para sobrevivir;