
El Psicólogo en un seleccionado nacional de fútbol es una pieza fundamental. Su papel va más allá del apoyo emocional. Se encarga de optimizar el rendimiento de los jugadores, ayudándolos a gestionar la presión, mejorar la concentración y controlar las emociones. Trabaja en la cohesión del equipo, fomentando la comunicación y el trabajo en equipo.
Además, el Psicólogo se encarga de prevenir y tratar posibles problemas psicológicos que puedan surgir, como la ansiedad, la depresión o las lesiones psicológicas. Su labor es esencial para que los jugadores puedan alcanzar su máximo potencial y lograr los objetivos del equipo.