
A pesar de que Jesús conoce las limitaciones y los pecados de sus discípulos, las áreas con las que tenemos que trabrajar, Él muestra gracia y misericordia hacia nosotros, porque lo que Él quiere es restaurarnos. A pesar de los pecados y de las faltas que tenemos nosotros los seguidores de Jesús, Él nos los muestra y quiere que trabajemos con ellos, pero su voluntad es restaurarnos y luego prepararnos para enviarnos.