
Carlomagno fué, quizá más que cualquier otro, el verdadero jefe de todas las cosas en su época. Guerrero de grandes dotes, duplicó las posesiones de su padre. Cuando murió, sus dominios se extendían a toda la Francia moderna, Bélgica y Holanda, casi la mitad de Alemania moderna. Sumamente importante para la extensión del cristianismo fué la conquista de los sajones por Carlomagno. Estos ocupaban lo que ahora es el noroeste de Alemania.
Su gobierno impulso al ejercito, la educación, los monasterios. Una Europa floreciente en todos los aspectos. Dándole importancia y poder a la iglesia.