Que mejor bendición que haber recibido por gracia; el perdón de nuestros pecados, una relación con Jesús, la libertad de la tiranía del pecado, la adopción como hijos de Dios, la eternidad en Su presencia, el haber sido sellados por medio del Espíritu Santo como garantía de que algún día podremos ver Su rostro.
Jesús vino para satisfacer la ira de Dios pero también vino a reconciliarnos con el Padre para tener esa relación correcta con Dios, y por eso sobre todas las cosas disfrutarlo para siempre. Tenemos asegurada nuestra ciudadanía en el reino de nuestro Dios.
La iglesia es el escenario que Dios ha escogido para mostrar Su misericordia y la gloria de Su evangelio. Como muchos lo han dicho antes, la iglesia es embajadora de Dios en este mundo. No es correcto decir que la iglesia es el reino de Dios. Como ya hemos visto, el reino es mucho más que solo la iglesia. Pero sí es correcto decir que la iglesia es donde vemos el reino de Dios manifestado en este mundo.