
Por la discusión que tenía la iglesia en Corinto sobre si algunos eran de Pablo, Apolos, o Cefas, había dentro de la congregación hermanos que cuestionaban la legitimidad del apostolado de Pablo.
¿Cómo saber que una persona es llamada por el Señor para el ministerio? Primeramente, el llamado es del Señor y con el tiempo la iglesia lo corrobora con base en el fruto de Dios en la vida del ministro y en el fruto externo como la forma como el Señor se manifiesta en la vida del llamado para beneficio de los creyentes.
El sello era una garantía de autenticidad. Si ellos dudaban de la autenticidad del llamado de Pablo indicaba que también debían cuestionar si genuinamente eran la iglesia de Cristo.
Teniendo claro que el apóstol no debe abusar de los privilegios que conlleva el ministerio, comprendiendo la situación particular de la iglesia; y la congregación no debe menospreciar el estudio, tiempo trabajo que implica el ministerio.