
En este capítulo hablamos de la positividad tóxica: recurrir al optimismo exagerado y la autoalabanza para mantener una actitud que reprime todo aquello que no encaje con lo que supuestamente ha de ser un día perfecto. La positividad tóxica abunda en nuestra sociedad de muchas maneras. Aquí mencionamos algunas de las más conocidas, como el merchandising en forma de tazas y camisetas que parecen tener la clave para estar bien, olvidándose que buena parte del “estar bien” empieza por reconocer lo que hay, acogerlo, observarlo y transitarlo, aunque se trate de momentos dolorosos o las partes de la vida que no suelen mencionarse en estas frases hechas. Este tipo de eslóganes ofrecen una vía rápida para el bienestar que acaba resistiéndose y cayéndose tarde o temprano. En este capítulo discutimos las carencias profundas de este tipo de productos, y las bondades de integrar en la vida tanto lo luminoso y brillante como aquellas partes más desatendidas de nosotros mismos y que en ocasiones necesitan salir a la luz. Después de introducir eltema, nos lanzamos a presentar la psicología de la positividad, una corriente con base científica que puede derivar, en las manos equivocadas, en positividad tóxica. Para acabar, en la parte más divertida del capítulo, comentamos algunas frases de estos productos que tenemos en casa para encontrar el reverso de esa supuestamente brillante positividad que desprenden.
Con la música de Daniel Catalá, a quien agradecemos la cesión de sus derechos, como siempre.
Respira, humana, y si te nace, sonríe. Pero no lo fuerces.
Referencias mencionadas en este capítulo
Csikszentmihalyi, M. (1997). Fluir (Flow): Una psicología de la felicidad, trad. J. Bayod. Madrid: Kairós. (Obra original publicada en 1990)
Seligman, M. E. P. (2011). La auténtica felicidad. Barcelona: Zeta bolsillo
Vídeo de Claudio Naranjo, “Descansar en el no hacer”: https://www.youtube.com/watch?v=DCkgs0MsihM