
Los versos y fragmentos de canciones populares nos acompañan desde una edad bien temprana y con ellos aprendemos modelos de estar en el mundo, formas de relacionarnos con los demás (en tantas canciones, amorosamente) y de entender la realidad. La música pop trae modelos y ejemplos de personajes en los que nos vemos reflejados o identificados. Y nos acaban pasando cosas como a la protagonista “de aquella canción”. En este capítulo tomamos el ejemplo de Rigoberta Bandini para hablar de cómo su música, la letra de sus canciones, su puesta en escena y su personalidad como artista forman parte de una nueva sensibilidad generacional. Los personajes de sus canciones viven el amor y las emociones lejos del sacrificio y del martirio de otras generaciones, acercándonos de una forma a veces paródica a la autoexploración y a la integración de las vivencias en la historia propia, alcanzando en algún momento lo terapéutico. La reformulación del amor como un espacio de crecimiento y no de sufrimiento y martirio, las contradicciones de nuestras formas de diversión, la maternidad no como ideal de sacrificio sino como afirmación del deseo y de la identidad propia, las tiranías de unas vidas retransmitidas y publicadas continuamente y al servicio de la imagen, la afirmación de la vida como espacio de gozo y la idea de que este mundo, a pesar de sus dolores y tropezones, es un buen lugar para vivir. Estas son algunas de las cuestiones que comentamos en este capítulo dedicado a la influencia de la música pop en nuestra forma de entender, sentir y vivir el mundo.
El 1 de junio de 2025 asistimos al estreno de la gira de Rigoberta Badini en Sevilla, y la impresión que nos causó su espectáculo Jesucrista Superstar nos ha llevado a crear este capítulo desde la diversión que nos propinó aquel espectáculo y desde el agradecimiento por exponer con tanta frescura una forma de sentir el mundo y de sentirse. Como no tenemos derechos de reproducción, nos ha tocado cantar algunos de los trozos de nuestras canciones preferidas. Sentimos la falta de afinación vocal que nos caracteriza y pedimos perdón a la Bandini por estas versiones tan defectuosas pero, por otro lado, tan humanas.
Respira, y canta, humana.
Agradecemos a Daniel Català la cesión de los derechos de la melodia The Search para nuestra sintonía.