
Muchos cristianos nacidos de nuevo buscan y/o esperan escuchar la voz de Dios de forma audible, de la misma manera como escuchamos a otros humanos, y aunque Dios lo puede hacer así, no es su manera cotidiana de hacerlo. El Espíritu Santo habla todo el tiempo directamente a nuestro espíritu, ya que necesitamos alimentarlo y ejercitar nuestra intuición y discernimiento espiritual para poder cumplir el propósito que Dios tiene para nosotros en la tierra, y en preparación a lo que viviremos en nuestras futuras etapas con Él, tanto en el tercer cielo como en el reinado milenial de Jesucristo en la tierra. En esta enseñanza estudiamos 4 maneras o momentos cuando escuchamos la voz de Dios, que no son obvias o evidentes.