
MARÍA RIVIER, mujer de ofrenda, a la escucha del Espíritu Santo
Tú, que en el silencio de tu corazón te dejaste guiar, iluminar y moldear por el Espíritu Santo, enséñanos a escuchar con paz lo que nos dice: "Observemos el silencio y tendremos las visitas y las consolaciones del Espíritu Santo", decía.
Danos Señor, el espíritu de escucha y de ofrenda que le animaba.