
Martín Lutero compuso “Castillo Fuerte es Nuestro Dios” en uno de los periodos más difíciles de su ministerio. Inspirado en el Salmo 46, el reformador encontró en sus palabras una confianza invencible y un profundo optimismo en la victoria del Reino de Dios.Este himno se convirtió en un grito de guerra de la Reforma Protestante. Y hoy, sigue siendo un canto que fortalece, anima y nos recuerda que el Señor de los ejércitos marcha con nosotros a la victoria de Su Reino.Martín Lutero compuso “Castillo Fuerte es Nuestro Dios” en uno de los periodos más difíciles de su ministerio. Inspirado en el Salmo 46, el reformador encontró en sus palabras una confianza invencible y un profundo optimismo en la victoria del Reino de Dios.
Este himno se convirtió en un grito de guerra de la Reforma Protestante. Y hoy, sigue siendo un canto que fortalece, anima y nos recuerda que el Señor de los ejércitos marcha con nosotros.