
La inteligencia del corazón se refiere a la capacidad de reconocer, comprender y gestionar las emociones de manera efectiva. Se relaciona con la inteligencia emocional y la capacidad de conectarse con los demás a un nivel más profundo, mostrando empatía, compasión y amor. Esta idea sugiere que el corazón, simbólicamente hablando, tiene una sabiduría emocional que puede guiar nuestras acciones y decisiones en la vida. La práctica de la inteligencia del corazón incluye el cultivo de cualidades como la amabilidad, la gratitud y la aceptación, y puede ser desarrollada a través de la atención plena, la práctica de la empatía y la reflexión personal.