
http://www.fernandoromoledezma.org#365meditaciones#tichnahthanh#habitos#mindfulness#espiritualidad#habitosguadalajara#meditacion @FernandoRomoLedezma #somostribu #meditacion #mindfulness #mindfullnesspractice Meditación sobre sobre las creencias limitantes.• Hay situaciones e ideas que, de manera no evidente, nos conducen a un resultado negativo o restrictivo. Puede tratarse de una creencia que limita nuestro crecimiento personal o de una actitud de miedo que nos paraliza. Estos engaños mentales son difíciles de percibir, pero nos atrapan y perjudican una vez que caemos en ellos.• Ancla toda tu atención en la respiración. Mantén un enfoque sereno en el aire que entra y sale por tu nariz. Si tu mente se distrae, devuelve con gentileza la atención a este punto. • Comienza este ejercicio abriendo el portal de tu corazón. Hazte consciente de la tierra que te sostiene abajo, del universo que te rodea arriba y de tu cuerpo que establece una conexión con ambos extremos. Y más allá de los juicios, contempla tu presente.• Observa que hay una trampa silenciosa arraigada en nuestra alma: la creencia de que ya lo sabemos todo. Esta postura es un refugio cómodo que crea una ilusión de control en medio del caos. Pero en realidad, cuando creemos saberlo todo, cerramos la puerta al asombro, al cambio y al verdadero aprendizaje.• Contempla que el conocimiento real no nace de la certeza, sino de la humildad. No florece en el terreno del orgullo, sino en la tierra fértil de la duda. Mientras pensemos que ya entendemos, que ya dominamos, que ya conocemos… no escuchamos. No observamos. No nos dejamos transformar. ¿Cuántas veces nos hemos resistido a una nueva perspectiva sólo porque nos aferramos a la nuestra? ¿Cuántas veces hemos preferido tener la razón a descubrir algo nuevo?• Reflexiona que muchas veces el ego se disfraza de sabiduría, pero lo cierto es que sólo quien se reconoce como aprendiz, sigue creciendo. Cuando juzgamos situaciones basándonos en nuestros propios pensamientos y no en la realidad, podemos caer en una trampa mental que limita nuestra perspectiva.• Analiza que desaprender es, a veces, más valioso que aprender. Porque nos libera. Porque nos vacía de conceptos preestablecidos para llenarnos con experiencias frescas. Porque nos invita a mirar con ojos nuevos lo que siempre estuvo ahí.• Concluye que si de verdad queremos avanzar como personas y como sociedad necesitamos recuperar la capacidad de sorprendernos. Hacer espacio para el “no sé”, para el “cuéntame más”, para el “quizás me equivoqué”. Sólo así podremos abrir las puertas del corazón y de la mente. Y sólo así podremos aprender aquello que, hasta hoy, creíamos ya saber.