A veces tomamos decisiones sin tener idea de que para muchas personas lo que estamos haciendo les es reprobable, nos llenan de juicios, castigos, reproches, culpas y reclarmos. Esto de repente hace que uno se sienta mal consigo mismo, como si lo que hizo fue un error. Aprender a sentirse tranquilo con las decisiones que uno toma y lograr establecer relaciones armoniosas es un reto que es difícil de sobrellevar.
La clave está en no sentirse mal con las decisiones y saber que siempre habrá cosas que pueden mejorar sin que esto juzgue el pasado.