En muchas ocasiones pensar en el trabajo es pensar en estrés, aburrimiento, y otros sentimientos negativos, sin embargo, el trabajo puede ser una gran fuente de felicidad ya que nos ayuda a desarrollar un montón de competencias personales fundamentales para la vida.
Si a día de hoy nuestro trabajo no nos hace felices hemos de buscar la manera de recuperar la ilusión para poder volver a disfrutar de cada momento que pasamos trabajando.
Cambiar la perspectiva es sencillo, es centrarse en lo positivo y ¿cómo hacerlo?
Respondiendo a las siguientes preguntas:
Tan solo respondiendo a estas cuestiones podrás empezar a ver tu trabajo con más optimismo, lo que te volverá un trabajador más creativo, eficiente y, sobre todo, más feliz.