
23 de octubre de 2025
Al dejarnos guiar por su Amor, no debemos olvidar el testimonio de Cristo: Él primero murió antes que utilizar la violencia contra quienes no estaban de acuerdo con Él.
Por eso, Él es nuestra paz, porque no venció con las armas de este mundo, sino con la confianza en el Amor del Padre. Su arma “letal” fue la Misericordia.
Dios los colme con su Fuego y les dé su paz,
Mons. Héctor M. Pérez V.