
19 de octubre de 2025
Jesús oró mucho y con insistencia, y esto le sirvió para COMPRENDER la Voluntad del Padre, no para MANIPULAR la voluntad del Padre.
La oración más perfecta es la que puede decir desde lo profundo de su corazón: “Gracias Señor, hágase tu voluntad”. La gratitud y el gozo son los frutos de una oración realizada con fe. Estos frutos llegan cuando terminamos por comprender en nuestra oración que viviendo nuestras vidas junto a Dios, todo es Gracia.
Por tu pueblo,
para tu Gloria,
siempre tuyo Señor,
Mons. Héctor M. Pérez V.