
La opinión es del Dr. William D. Silkworth, jefe del personal del Hospital Towns en Nueva York, que a principios de los años treinta era el principal hospital para la adicción al alcohol y otras drogas. En este capítulo aparecen dos cartas escritas por el médico:
La primera es una carta de recomendación describiendo quienes era y qué hacían los pioneros de A.A. para resolver el problema del alcoholismo (misma misiva que se usó para la conexión con la fundación Rockefeller). En la segunda, el «doctorcito que amaba a los borrachos», sobrenombre dado por los pacientes recuperados y ya incorporados al nuevo movimiento, por su capacidad de entender y empatizar con los alcohólicos, establece muy claramente la teoría de que el alcoholismo es un enfermedad mental (la obsesión) y corporal (la alergia que padece el alcohólico).
Además, aquí aparece la espiritualidad, necesaria en el programa de Alcohólicos Anónimos para resolver este mal, con el nombre de «psicología moral» que el médico dictaminó.