
Separar residuos no es tan difícil como parece. A veces creemos que reciclar es complicado, que no sirve de nada o que simplemente no tenemos tiempo… pero ¿y si te dijera que es más fácil de lo que crees, y que además puede ser un acto de empatía?
En este primer episodio te cuento cómo empezar, por qué el cambio de hábito es posible y cómo estas pequeñas acciones, aunque no siempre se noten de inmediato, sí generan un impacto colectivo que suma —hoy y en el futuro—.
Bienvenido a este espacio donde conectamos lo cotidiano con lo que realmente importa.