
A lo largo de la vida hemos escuchado frases como “no llores”, “no te enojes”, “no estés triste”, siendo estos, mensajes culturales que nos impone la sociedad como forma de evitar las emociones que nos pueden hacer sentir débiles, insuficientes, incapaces o generarnos displacer. Es nuestra responsabilidad cuestionarnos y decidir si seguir esas ideas o no.
La evasión al malestar es la huida más fácil y frecuente, cualquier distracción parecería ser buena mientras sea capaz de lograr este objetivo. Por ejemplo, mantenernos ocupados en todo momento nos permite “escapar” de nuestros problemas y lo que sentimos ante ellos, ya que mantiene nuestra mente ocupada e impide hacer consciencia de nuestros pensamientos.
Algunas personas pueden trabajar en exceso, hasta el punto de dejar de disfrutar lo que hacen, otros miran programas de televisión, están en redes sociales, beben o simplemente duermen; Estas actividades inconscientemente pueden tener como objetivo evitar los pensamientos y sentimientos displacenteros.
Cuando no nos permitimos sentir nuestras emociones, éstas se empiezan a acumular y entramos en una lucha constante con las mismas. La evasión es como una anestesia, sin embargo, al acabarse el efecto la incomodidad regresa.
A veces no entendemos la causa de nuestras emociones, en ocasiones las personas tocan heridas que existieron en otros tiempos y nuestra mente puede confundirse e interpretar las situaciones como si estuvieran pasando actualmente. Por ejemplo, el sentirse traicionado/a no siempre es un indicador de que el otro ha llevado a cabo una traición, sentirse abandonado/a no siempre quiere decir que el otro lo haya hecho.
La regulación emocional es una capacidad humana que nos permite sentir las emociones y responder adecuadamente ante las situaciones que se nos van presentando en la vida y así manejarlas de forma apropiada.
Una forma de estimular la autorregulación es externalizar lo que sentimos, esto puede ser a través del arte, de la escritura, por ejemplo: dibujar e intentar poner un nombre a lo que sentimos suele ser un recurso muy útil cuando se dificulta identificar las emociones. La catarsis, es una forma de desahogo que se puede manifestar a través de las lágrimas o del diálogo, puede llevarse a cabo con una persona de confianza, pero lo ideal sería hacerlo con un profesional que pueda entenderte sin ser juzgado, con el fin de identificar y entender las diferentes emociones para poder manejarlas de una mejor manera, sin que ellas tomen el control de nuestras decisiones.
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Contenido Realizado por:
Psic. Zayda Rodríguez. Colaboradoras: Lucía Athie, Adriana Sánchez y Graciela Saavedra.