
Buenos, después de perturbarme hasta la médula con la infinita soledad que me transmitió La biblioteca secreta, opté por algo más suave en mi siguiente lectura y aterricé de lleno en las fauces de Efectos colaterales del amor de Krystal Sutherland. Estuvo muy bien, fue gracioso y entretenido, además de mi parte favorita que: obviamente decidí leerles en este capítulo.