
Lemmy, es un bar que parece una ilusión colectiva. Detrás de la barra está Felipe, un paisa migrante que empacó sus perros, sus discos y sus sueños para venirse a Medellín. Su plan: replicar el éxito de su antro en Wynwood en Miami, reseñado por el periódico New Times como "el mejor bar underground de 2011". Pero la pandemia truncó todo: solo dos meses después de abrir, tuvo que cerrar en Medellín. Uno más, ya que el 42% de los bares en Colombia quebraron entre 2020 y 21. Felipe es uno de los resilientes: no se rindió y se fue para Guarne. A unos pasos, en el segundo piso de la misma plaza, John sirve pizzas napolitanas en L’Arcano. Tras estudiar panadería en Gragnano, cerca de Nápoles, (pueblo de la pizza), regresó a Colombia con la misión de replicar la auténtica masa italiana. Su margherita es ya un secreto gastronómico local.