
Todos tenemos respuestas automáticas: momentos en los que actuamos sin pensar. Alguien dice algo y sentimos enojo al instante. Surge un obstáculo y aparece el pensamiento: “no puedo con esto”.Estas reacciones no son decisiones conscientes, sino hábitos mentales que hemos aprendido. Pero igual que entrenamos el cuerpo, también podemos entrenar la mente para responder de otra manera.Hoy te propongo una práctica sencilla y eficaz para romper con la reactividad y poder dar respuestas que abran posibilidades sin estres.