
No hay adulto que coma lumbre, por ahí se dice. Es decir, ya no podemos jugar a ser inocente.
Somos responsables de lo que nos pasa y no hay un "me" antes de las palabras, engañar, mentir, manipular... No, lo que hay es una inocencia disfrazada para invitarnos a ser víctimas de lo que nos sucede. Y no, desde ese lugar no se desarrolla.
Y para esto, ¿qué tiene que ver Pinocho? Te invitamos a que escuches la cápsula.🙂