La familia de Leidy Johana no perdía la fe. Seguían buscándola, aferrados a la idea de
que en algún lugar ella seguía con vida. Pero entonces llegó un mensaje. Frío. Inesperado. Un
texto que no decía mucho… y luego, un hallazgo macabro. La sombra de la muerte empezó a
crecer, lenta, silenciosa, implacable. See
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