
“La oración interior incesante es una aspiración continua y un anhelo del espíritu humano hacia Dios. Para tener éxito en este dulce ejercicio, es necesario pedirle a Dios con frecuencia que nos enseñe a orar continuamente. Ora con frecuencia y fervor, y la oración misma te revelará este misterio: el cómo es posible que se pueda orar sin cesar, pero requiere tiempo.”