
La Turquía de Recep Tayyip Erdoğan ha logrado un nuevo hito en su historia al alcanzar un acuerdo que ha llevado al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) a considerar la posibilidad de deponer las armas.
En un mensaje histórico emitido desde la prisión por su líder, Abdullah Öcalan, se instó a los combatientes a abandonar la lucha armada. Este llamado representa un momento crucial, dejando atrás casi medio siglo de enfrentamientos que han resultado en decenas de miles de muertes y una prolongada inestabilidad en las fronteras de varios países de la región.
La decisión del PKK de reconsiderar su posición podría marcar el inicio de una nueva era de paz y reconciliación, no solo para Turquía, sino para toda la región, que ha sido testigo de un conflicto que ha desgastado tanto a sus habitantes como a sus gobiernos.
Lo analizamos con Jacobo Morillo, analista internacional, e Iago Soler, periodista.