
Cuando hacemos arte, o cualquier disciplina que implique compromiso y pasión, creamos inspirados en una persona, así sea consciente o inconscientemente. De esta manera nuestro "mentor" nos acompañará durante el desarrollo de nuestras vidas, nos motivará pero también nos corromperá y nos condicionará a ser y hacer.
Entonces, ¿es necesario matarlo para alcanzar la verdadera libertad? ¿Qué tipo de artista seríamos si no estuviésemos subordinados ante los demás?
Podés enterarte de más cosas sobre este y otros Podcasts increíbles en @podlabmedia.