
En este episodio nos sumergimos en un viaje de autodescubrimiento y sanación profunda. Alba, a través de sus propias experiencias, nos comparte su niñez, invitándonos a mirar el pasado con una mirada compasiva, a través del perdón. En todo este proceso es fundamental arraigar nuestra identidad, reconociendo quiénes somos y cómo hemos forjado nuestra esencia con el paso de los años.
Una de las enseñanzas más poderosas que Alba nos ofrece es la importancia de valorar lo que realmente merecemos. Nos invita a no conformarnos con menos, a reconocer nuestro propio valor y a alinear nuestras relaciones y decisiones con esa verdad interior. Alba también comparte una profunda reflexión sobre cómo, en la vida, lo que está destinado para nosotros llegará de manera natural y sin necesidad de forzarlo. Lo que se nos destina, llega con ligereza, mientras que todo aquello que forzamos, nos pesa en el alma.
Este episodio nos enseña a hacer las paces con nuestro pasado, a reconocer nuestras propias necesidades emocionales y a caminar por la vida con una conciencia plena de nuestro valor, entendiendo que lo que está en nuestro camino fluirá cuando estemos en equilibrio con nuestro ser interior.