
Las primeras huellas del Islam en América se sitúan según los historiadores en la época colonial, con la llegada de musulmanes españoles que fueron obligados a convertirse al cristianismo y embarcados hacia el Nuevo Mundo. También se ha registrado otro rastro en los esclavos procedentes de algunas regiones de África que trajeron consigo su religión y creencias en el terrible viaje transatlántico que realizaron entre 1700 y 1800.