
NO ES HAMBRE, ES SED nace de una semana de sobrecarga, cansancio y culpa, que me llevó a una reflexión profunda: muchas veces creemos tener hambre de más éxito, productividad o validación, cuando en realidad lo que sentimos es sed de descanso, amor, conexión e integridad. Aquí comparto cómo aprendí a identificar mis verdaderas necesidades, la importancia de elegir integridad antes que reputación, y por qué la comparación nos aleja de nuestro propósito. Si alguna vez te has sentido vacía aun logrando mucho, este episodio es para ti: no es hambre, es sed.
Encuéntrame en Instagram: @eymysaune
Para trabajar conmigo y con mi esposo:
BODAS: @carlosjcorreafotografia
EXPERIENCIAS FAMILIARES: @carleystudio