
El riego es una práctica esencial para garantizar el desarrollo de los cultivos, especialmente en períodos sin precipitaciones y frente a la pérdida de humedad por evapotranspiración. Sin embargo, la agricultura consume entre el 70% y el 80% del agua dulce disponible, lo que plantea un gran desafío en un escenario marcado por el cambio climático y las prolongadas sequías en zonas que antes eran más húmedas.
En este episodio conversamos sobre la importancia de implementar sistemas de riego tecnificado, capaces de optimizar el uso del agua, mejorar la productividad agrícola y aprovechar mejor los recursos. Además, exploramos alternativas como el riego por goteo, tanto superficial como subterráneo, que se presentan como soluciones sostenibles para el futuro de la agricultura.