
Hoy la Palabra nos invita a mirar más allá de la apariencia. El templo reconstruido parecía pobre comparado con el primero, pero el Señor promete: “La gloria de esta segunda Casa será mayor que la de la primera, y en este lugar daré la paz”.
La Palabra enseña a administrar con fidelidad, y eso significa confiar en la promesa de Dios más que en nuestras fuerzas.