
La identidad parte del entendimiento que, el ser humano, además de ser un ente biológico, social, cultural, tiene su identidad espiritual. que fue creado a la imagen de Dios. Este pensamiento libera al hombre de la esclavitud de esperiencias místicas, del sufrimiento de los pimpulsos biológicos, de la presión social, y del acontecimiento cultural, llevándolo a un proceso de desarrollo a la imagen de quien lo creó. (Batista. 2013).