Al principio no había nada salvo Allah. Él hizo la Creación de la nada, y escribió la muerte en cada ser vivo, y del círculo de la muerte fluyó la vida hacia las criaturas. Así, la muerte precede a la vida y la vida sigue a la muerte. Al-Muhyi es el que da la vida, el único que puede dar y crear la vida. Nada vivo está fuera de Al-Muhyi. Al-Muhyi es lo contrario de Al-Mumit (61), el que da la muerte. Al-Mhuyi y Al-Mumit te conducen a la realidad que causa la vida y la muerte. En cambio, Al-Hayy (62) las contiene a ambas. Al-Hayy es Aquel que vive para siempre, la fuerza divina primigenia imperecedera, eterna y omnipresente. … Los seres humanos estamos atados para siempre al ciclo de la vida y la muerte. Repetir este nombre nos da la fuerza para incrustarnos en este ciclo, sobre todo cuando añadimos el nombre siguiente: Ya Muhyi , Ya Mumit. Estos dos nombres refuerzan la conciencia de que estamos en manos de Dios. Los que saben reciben la vida a través de la luz del conocimiento, y su alma despierta a la vida a través de la dulzura de Su rostro. ¡Que los misterios de la existencia te sean desvelados a través de la recitación de este nombre! … A menudo somos testigos de este estado de quietud del alma unos días antes de que las personas fallezcan, y entonces creemos que pueden seguir viviendo. Es un honor especial y un alimento profundo vivir esos momentos con nuestros semejantes, porque su sol nos nutre también a nosotros y nos lleva a lo más profundo de nuestro ser. … Texto de Divine Names.