Este nombre está por encima de todo. Es el que siempre será. Él es el Protector y el Custodio, el que concede la fuerza y el honor como Él desea.

Al-'Azim es Aquel cuyo esplendor no conoce principio y cuya majestad no conoce fin. Así que conténtate con lo que Él te ha dado y despliega tus alas.

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Repetir Al-'Azim nos produce un profundo sentimiento interior de ser bendecidos, una profunda satisfacción interior, una sensación de la sublime omnipresencia divina. Y ese sentimiento cala hondo en nuestros huesos, en nuestros cimientos. Aquellos que pueden sentir Al-'Azim hasta los huesos son capaces de grandes logros. Al-'Azim suscita un sentimiento de grandeza en nuestro interior y nos permite reconocer la grandeza divina.

Al mismo tiempo, Al-'Azim nos protege, como un antídoto, de nuestra propia arrogancia y del falso orgullo que puede conducirnos a la violencia interior y exterior. Al-'Azim nos otorga una base estable, un anclaje que nos permite estar con Dios en el interior mientras nos sumergimos en las actividades de la vida en el exterior.

Cuando repetimos este nombre, una parte de nuestro ser resuena y suscita en nosotros una modestia nutritiva, mientras que quienes nos rodean nos reconocen y respetan.

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Cuando repitas el nombre Ya 'Azim , concentra tu respiración en tu corazón y deja que el nombre se ensanche en tu plexo solar y todo el camino hasta tu tercer ojo; Ya 'AzTm nutrirá entonces todos los centros en ti que te dan fuerza, permitiéndote usar todas tus capacidades en la vida.

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Al-'Azim es uno de los Nombres Divinos de majestad. Su majestad se expresa en el hecho de que Él no conoce principio ni fin, que todas las criaturas Le alaban, a sabiendas o sin saberlo, que toda fuerza procede de Él y que no hay vida ni muerte sin Él. Su majestad también se expresa en Su bondad sin límites y en Su misericordia hacia Sus criaturas, que es mayor que nuestra misericordia hacia nosotros mismos.

Siempre que quieras hacer algo, empieza por poner esta acción en tu corazón y pregúntate si es verdadera. Hazlo siempre, y si has pedido consejo a otros, pon su consejo en tu corazón antes de seguirlo. Porque el corazón es el órgano de Dios.

Hazte más amable con cada hora,

porque cada hora te acerca más a tu partida.

Texto De Divine Names. Rosina-Fawzia Al-Rawi