
Recuerda que esta fuerza, la del mar más peligroso, también habita en ti.
Frente al mar de Ushuaia, el fin del mundo respira.
El viento corta el alma y el agua canta con voz de eternidad.
Allí donde el Atlántico se funde con el hielo,
el océano no obedece a nadie: ruge, se sacude, despierta memorias de los primeros tiempos.
Cada ola es una frontera entre la vida y el misterio.
El mar del sur no promete calma, pero ofrece verdad.
Porque en su furia también hay belleza,
y en su caos, una forma perfecta de libertad.