En algún momento, no estaremos más en este mundo. ¿Qué legado deseas dejar a las generaciones venideras?
Me permito recomendarte algo sumamente relevante: la oportunidad de tener vida eterna. Podemos lograr esto al llevar la Palabra de Dios a más personas y permitirles recibir a Cristo como su salvador. De esta manera, cuando ya no estemos en esta tierra, nos uniremos en los cielos y participaremos en las bodas del Cordero. Así que, no bajes la guardia, pues en Cristo, poseemos vida eterna, y jamás pereceremos.

2 Timoteo 4:5 Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio.