
En esta narración personal, Jesús Carlos Ponce comparte sus recuerdos como estudiante en la Preparatoria Altavista, ubicada en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde asistió entre 1988 y 1991. El autor describe la ubicación e historia de la escuela, la cual funcionó inicialmente como secundaria, y rememora a maestros carismáticos y estrictos, además de la directora y otros empleados. Gran parte del relato se centra en las aventuras y travesuras vividas con su grupo de amigos, como ser castigados por faltar a clases o la rivalidad deportiva que existía con la Preparatoria del Chamizal. Finalmente, el narrador expresa un profundo sentimiento de nostalgia y gratitud por los años de juventud que experimentó en esa institución.