Meses después reposamos y conversamos sobre todo lo que vivimos durante un mes y medio en Malasia (y Singapur). Luces y sombras de estos dos países que sin duda debes visitar al menos una vez en la vida.
Teníamos muchas expectativas sobre Singapur antes de empezar este viaje. Y después de haberlo visitado, y a pesar de que nos ha ofrecido imágenes y recuerdos que parecen de otro planeta; también nos ha revelado sus contradicciones y algunas cosas que nos han sorprendido y de las que tenemos unas ganas irrefrenables de comentar.
Tuvimos la enorme suerte de asistir a un ritual muy especial de comunidad china en un pequeño templo en Malaca: la danza del dragón. Seguimos recordando cómo la persona que está dentro del dragón se mueve con esa precisión y expresividad a la vez. Seguimos recordando la expresión de ilusión de la familia a la que se estaba visitando para que realizaran su ofrenda, los tambores al compás, los músicos acompañando y esa hermosa sensación de estar viviendo algo que no podríamos ver en ningún otro lugar.
Nos han quedado cosas que repensar, que indagar y comprender. Necesitaríamos años para poder comprender bien lo que ocurre pero seguimos preguntándonos mil cosas. Aquí nos enganchamos a los preciosos pañuelos de las mujeres y nos dejamos llevar por lo que nos sugiere.
Nos montamos en un taxi y, de camino, el conductor nos explicó donde habíamos llegado y qué debíamos saber de Malaca. Él nació en Johor, ciudad frontera con Singapur. Como era el siguiente país que queríamos visitar aprovechamos para preguntarle, y nos explicó la relación y las diferencias entre Malasia y Singapur.
No nos esperábamos que en este lugar de Malasia íbamos a poder descubrir la ceremonia del té, una subcultura milenaria que aún se conserva casi intacta. En este audio, entre otras cosas Charen nos contó que la población malasia de origen chino tiene costumbre de compartir esta ceremonia de disfrute del té al terminar la faena en los campos. Cada atardecer se reúnen y hay todo un ritual asociado, que se repite y transmite de generación en generación. No podemos estar más agradecidas a Charen por el aprendizaje, por la conversación y por acogernos en su casa para explicarnos esta ceremonia.
Uno de los aspectos más duros de la cultura Nyonya era cómo se les vendaban los pies a las mujeres para que no crecieran. Como bien nos explicó nuestro guía de cabecera, ellas no podían apenas caminar y el olor de la carne putrefacta era insoportable. El patriarcado y sus lindezas...
Una de las cosas más curiosas que vimos en Georgetown fueron las casas de las familias Nyonya. En estos audios tenéis la explicación que nos dio el maravilloso guía de la mansión Peranakan. Hemos querido rescatar algunos de los fragmentos en los que nos explicaba cosas muy interesantes de cómo se vivía en esa época y poder así entender mejor la influencia de la cultura Nyonya en la actualidad.
Este relato es de los más sorprendentes que nos ofreció April, sus experiencias en couchsurfing en el viaje que hizo a Europa. Nos viene bien conocer lo que aún tenemos que solucionar, y plantearnos cómo a veces nuestros discursos pueden normalizar lo que debería ser denunciable.
Los templos hindúes en Georgetown tienen influencia del sur de India y por tanto, los símbolos, animales y colores son diferentes respecto a los que pudimos ver en Rajastán (estado al norte de India). Las familias acuden los fines de semana a llevar las ofrendas para ser protegidos por sus dioses, y tuvimos la suerte de presenciar las letanías de los días sagrados.
Esa mañana John trajo dados de jengibre y especias para hacer una infusión, y desayunamos juntos. Intercambiando impresiones acabamos hablando de cómo era la política en Malasia, qué visión tenían él y April del gobierno y lo que había pasado en los últimos años. Os adelantamos que hay escenarios más extravagantes que el de España, aunque pueda parecer mentira :)
Llegó la Navidad y seguíamos en Penang. Queríamos entender cómo se celebra en las familias de origen chino lo que para ellos es la celebración más importante del año, el año nuevo lunar. April nos explicó en una de nuestras cenas "familiares" todo lo que debemos saber de sus rituales, relaciones y el papel del dinero en estas celebraciones.
En malasia la medicina china está incluida como enfoque en los servicios sanitarios que ofrece el país. Valoran el enfoque de la medicina china y la combinan con la occidental. Aquí empezamos a descubrir la importancia que tiene este enfoque en la vida cotidiana de muchos y muchas malasios. Durante el tiempo que estuvimos con April nos explicaba con mucho detalle todos los remedios que utilizaba en su día día para mantenerse saludable.
Durante el tiempo que estuvimos en Georgetown vivimos con April (y sus 7 perritos), una mujer malasia de origen chino que nos abrió las puertas de su casa. Con ella descubrimos muchos de los aspectos de la cultura y pudimos entender mejor a los malayos. En este audio podéis escuchar a April hablando sobre las lenguas en Malasia.
Llegamos a Malasia ya terminando la época de lluvias, pero tuvimos la "suerte" de disfrutar de alguna que otra tormenta enfurecida, anunciando el fin del monzón. La que escucháis aquí empezó a eso de las 6 de la tarde, el cielo crujía con fuerza, como si se estuviese rompiendo. Afortunadamente nosotras ya estábamos en el alojamiento...
En las calles de Georgetown se escucha con frecuencia lo que podéis oír en este audio. Y es que Malasia es un país de mayoría musulmana, y los musulmanes hacen llamadas a la oración cinco veces al día. Esta llamada es una especie de convocatoria a los fieles, para que se acerquen a la mezquita a realizar los rezos obligatorios (Salat). Esta llamada a la oración suena como un canto e invade la ciudad, porque hay mezquitas por todas partes.
Hay algo hipnótico en ese sonido, algo que te atrapa. La belleza de la espiritualidad es algo que no se puede describir con palabras. Aquí os lo dejamos para que os vayáis un poquito a Malasia.
La bienvenida en Malasia fue reconfortante y respiramos después de la intensidad de Vietnam. Llegábamos después de tres meses sin parar de ver cosas, conocer gente, visitar ciudades, templos, cascadas… realmente agotadas. En esta llegada a Penang traíamos la mente puesta en conseguir un espacio acogedor para pasar un mes tranquilas, haciendo barrio, cogiendo rutinas y recuperando la energía.
Este episodio se titula "Hasta siempre Vietnam". Y es que sabemos que siempre nos vamos a acordar de este país, aunque lo de volver a elegirlo como destino en otro momento no lo tengamos tan claro. Vietnam nos ha hecho sentir muchas emociones, y desde que salimos hemos tenido mucho que procesar. Comentamos con calma lo que se ha quedado en nosotras.
¿Cómo nos sentimos después de tres meses viajando? ¿Cómo es cambiar de país, cambiar de ciudad y adaptarse a cada rato? ¿Cómo cambia la mirada cuando la novedad se hace costumbre? En este audio comentamos algunas de estas cuestiones y alguna otra más.
Seguro que muchos de vosotros recordaréis al afilador, y el sonido que lo caracterizaba. En Vietnam los vendedores ambulantes, ya sea en moto o bicicleta, ofrecen sus productos o servicios al más puro estilo “afilador”. Vimos (y oímos) a muchos y muchas de ellos en todo el tiempo que estuvimos en Vietnam, sobre todo en las zonas de mercados.