
Una de las películas más aclamadas del director francés Luc Besson nos regala una banda sonora a cargo del infaltable Éric Serra, con su característico estilo que mezcla orquesta con sonidos electrónicos, a ratos con un toque íntimo y melancólico. Sí, nos pusimos un poco violentos por algunos aspectos de la historia, pero hay que admitirlo: también nos pusimos sentimentales...