
La pobreza pasó del 90% a menos del 20%. El desarrollo tecnológico permitió la conservación del ambiente, la aparición de nuevos materiales, la capacidad productiva permitió crear nuevos bienes y servicios, la calidad de vida se elevó a niveles impensables, la medicina, las ciencias, todo esto fue gracias no solo a la capacidad humana, sino también a un sistema que le permitiera desarrollarla, un sistema basado en la igualdad ante la ley, el respecto de la propiedad privada y -sobre todo- un ambiente donde la libertad fuese fundamental. Sin nada de esto, seguramente el mundo seguiría siendo muy parecido a como era antes de la revolución industrial.