
Ser mujer no es fácil, y mucho menos cuando intentas hacerlo todo a la vez. En este episodio, Gianella Neyra habla sobre la importancia de detenerse, mirarse y reconocer lo que realmente necesita. Después de años de cargar con el peso de “poder con todo”, ha aprendido a pedir ayuda, a soltar la culpa y a entender que no siempre se trata de hacer más, sino de estar más presente. Conversamos sobre maternidad, vulnerabilidad y las verdades incómodas que nos transforman. Gianella comparte cómo aprendió a tener conversaciones honestas con sus hijos, a recuperar la magia en lo cotidiano y a creer en lo que la hace sentir viva. Un episodio sincero, profundo y necesario sobre reconectar con una misma sin miedo a parar.