
El sexenio se acaba. El gobierno de AMLO es una tragedia, un fracaso. Sin brillantez en lo esencial; Andrés Manuel, se va consolidando como el personaje político más poderoso de los últimos tiempos.
Para él, conservar el poder es lo más importante. La base de su mandato fue demagogia pura. Sin seguridad, ni progreso, no hay transformación. Sin embargo, López Obrador ya generó una base social electoral a lo largo y ancho del país. En este momento, ya construye una Elección de Estado. Prepara su Maximato.
Desde el primer día de su gobierno estableció la ruta crítica, para mantener la 4T en el poder. Sin embargo, el poder desgasta. El López Obrador del 2024 ya no es el mismo del 2018. Su pátina de honestidad valiente se fue disipando y, a lo largo de estos años, dejó ver su apego al poder y al dinero para conseguirlo y para retenerlo. Le quedan 35 semanas en Palacio Nacional, El 30 de septiembre del 2024 se le acaba el encanto.
Su cierre será turbulento. El intentará doblegar a sus adversarios, jugándose el todo por el todo. Aunque, estos reviran con misiles periodísticos que revelan enormes casos de corrupción, en casi todos los flancos de su gestión. Él mismo ya ha sido marcado como el Rey del Cash y ahora su círculo íntimo es señalado por contratos amañados.
El presidente falló en cumplir su promesa principal: no acabó con la corrupción. La escoba no se activó nunca. Las escaleras están más sucias que antes. El mandatario, sus gobiernos y muchos de sus cercanos están manchados. La encuesta de Mitofsky, de diciembre del 2023, recoge que el 73 por ciento de los mexicanos opinan que hay Mucha Corrupción en el gobierno de AMLO, además que estamos peor en salud 46 por ciento y en seguridad el 43.