
En esta ocasión, nos animamos a estudiar lo que para los griegos "theoría" es precisamente contemplación. La misma dispone de un valor ético: es decir, una actitud práctico-moral frente a la cosa conocida y, por tanto, frente a la realidad y la vida en general. La contemplación implica siempre una coparticipación en la cosa contemplada, una especie de compromiso existencial con ella y, en consecuencias, un comportamiento ético con ella.