El amor, esa chispa que enciende el alma, ha llegado a mi vida. Lo había imaginado de innumerables maneras, y cuando finalmente se materializó, trajo consigo una luz que continúa brillando con intensidad. Si bien su duración es incierta, mientras exista, permanecerá aquí, atesorado en mi corazón, donde aún resuena su eco.
Hay momento en los que solo queda esto: sentarnos frente al horizonte inmenso y dejar que la tristeza pase.
El cuerpo no miente, y cuando por fin lo escuché, ya era demasiado tarde.
A veces la vida no avisa. Solo llega, se impone, se transforma. Y uno, a penas puede sostener el peso. Eso es todo lo que no pasa cuando todo pasa
Este episodio es una despedida del reflejo. El instante en el que el eco deja despedida responder, y por fin comprendemos que también el silencio puede tener voz.
Hay que llorar hasta que el dolor se canse de doler. Antes guardaba el llanto, me tragaba los temblores del alma y ni siquiera me hablaba a mí mismo del peso que llevaba.
Ahora lo entiendo: es mejor vaciarse por completo, dejar que el alma se desborde, hasta que ya no quede nada que duela.
A veces, el peso de ser felices deja huellas, buenas o malas. Por eso es vital mantener los pies en la tierra y entender que el amor no solo se siente, también se piensa.
Music: The Tired Summer - Franz Gordon
A veces el final de los finales no es realmente un final. A veces esperamos ese último acto solo para cerrar aquello que aún nos persigue, eso que nos roba la calma, que nos despoja de la verdad. Y cuando por fin llega, entendemos que no se va, porque el final de los finales, a veces, decide quedarse contigo por la eternidad.
Music: Hidden Madness - Toby Tranter
Durante 2024 y 2025 viví momentos cruciales. A veces, cuando uno cree, el final de los finales se queda para la eternidad… o al menos hasta que deje de doler. Por el momento,
debemos enfrentar el peso de ser felices.