
Esta es la segunda parte de nuestra comunión en cuanto a esta maravillosa vida. Necesitamos experimentar al Dios Triuno en nuestra vida cristiana para ser impartidos por la vida que esta en Él. Cada día el Dios Triuno se imparte en nuestro ser, supliendo todo lo que hace falta. Cuando nos sentimos sin fuerza, necesitamos la experiencia del Dios Triuno.