
Hay momentos en los que ya no encajás donde antes pertenecías.
Creciste, cambiaste, evolucionaste… pero seguís sosteniendo la misma vida, los mismos vínculos o la misma rutina, solo por miedo a decepcionar o por no saber quién serías si soltaras.
En este episodio te invito a reconocer ese cansancio que no se quita durmiendo,
ese que nace de intentar seguir siendo quien ya no sos.
Porque soltar no es rendirse: es honrar tu evolución.
Dejar de sostener una vida que ya no te representa es una de las formas más profundas de amor propio.
Y sí, duele… pero duele mucho más quedarte donde ya no pertenecés.
🎟️ Viví esta experiencia completa en la conferencia Despertá.
Entradas disponibles en 👉 https://boleteria.museocr.org