
Las mujeres han sido socializadas para ver su valor a través de su comportamiento sexual, mientras que los hombres suelen ser evaluados por su experiencia o iniciativa. Esto genera presiones distintas: la mujer, por "conservar" su virginidad, y el hombre, por "perderla". En el ámbito religioso, se promueve la castidad femenina como un valor espiritual. ¿Qué tal si hablamos de este tema más a fondo?