
El evangelio de la prosperidad es una corriente dentro del cristianismo —principalmente en iglesias pentecostales y neopentecostales— que plantea que la prosperidad económica y el bienestar físico son señales del favor de Dios hacia el creyente. De aquí surgen muchas preguntas, como las siguientes: ¿una persona con falta de abundancia económica carece del favor de Dios? ¿La espiritualidad se mide en términos materiales o monetarios? ¿Está bien que un líder espiritual acumule riquezas?"